Inoculante líquido base acuosa, en cuya fórmula contiene: Bacterias fijadoras de nitrógeno específicas para soja (Bradyrhizobium Japonicum sp.). De la cepa recomendada por el INTA E109. Aditivos y nutrientes que prolongan la conservación de las bacterias fijadoras dentro del envase durante 18 meses posteriores a su fabricación, y protege las bacterias durante el período crítico entre la inoculación y la siembra (protector, arrancador). Adhesivos y dispersantes para favorecer la humectación y la adherencia del inoculante a la semilla. FUNCIONAMIENTO Tratando las semilla de soja con nuestro inoculante de alta concentración bacteriana, se obtendrá un altísimo número de bacterias adheridas a la superficie de la semilla, más de 1.000.000 (la legislación exige un mínimo de 80.000), lo que asegurará que en el momento en el que la semilla germine, las radículas sean rápidamente infectadas por estas, y así produciendo una temprana nodulación lo que permitirá que en pocos días las plantas pueden estar usando nitrógeno atmosférico y no del suelo. La utilización de inoculante es fundamental porque permite fijar el nitrógeno atmosférico que se encuentra en una altísima concentración, a la planta mediante los nódulos. Esto finalmente enriquece el suelo con nitrógeno y además no consume el mismo de el suelo, lo que permitirá en futuras siembras contar con kilogramos extras de nitrógeno disponible, sin contaminaciones químicas. Está diseñado para ser aplicado en cajón sembrador, hormigonera, tambor giratorio, máquina curadora, chimango o cualquier otro método que permita una adecuada distribución del producto en las semillas. En los suelos donde no se ha sembrado soja en años anteriores CERGEN s.r.l. recomienda aplicar una doble inoculación. Por lo que se debe aplicar 50cc extras de inoculante NITRUR® SOJA por cada bolsa de semillas a sembrar y así asegurar una adecuada cantidad de bacterias disponibles para lograr una óptima nodulación. IMPORTANCIA DE INOCULAR La producción de altos rendimientos de soja requiere de una adecuada provisión de nitrógeno (N). Este elemento es necesario en la composición de proteínas, ácidos nucleicos y otros componentes celulares. La soja se abastece de N principalmente por fijación biológica del N atmosférico (FBN). Este proceso es realizado en simbiosis solamente por una pequeña y altamente especializada clase de bacterias. La simbiosis es una empresa con beneficios recíprocos entre rizobios – bacterias aeróbicas, habitantes normales del suelo – y plantas de la familia de las leguminosas – como soja-. Si esta unión es exitosa, en la planta se forma un nuevo órgano – nódulo-, donde ocurre la FBN. Si en el suelo no se dispone de los rizobios adecuados para una eficiente FBN, con la inoculación se agregan – sobre la semilla o directamente en el suelo – rizobios eficientes seleccionados contenidos en los inoculantes. El resultado de la simbiosis requiere que no haya condicionantes agronómicos para el desarrollo normal del cultivo (ej. Muy alta oferta de N del suelo, compactaciones, falta de fósforo, etc.) En argentina, los estudios de respuesta de esta práctica son abundantes y muestran en promedio aumentos de entre 150 y 800 kg/ha de rendimiento de soja al inocular según regiones de producción y antecedentes del cultivo en rotación.